MUJER: DIVERSAS REALIDADES

 
 

"He borrado las culpas de mi mapa…
Las antenas de las casas no me permiten mirar el horizonte
pero yo cierro los ojos y lo veo".
El libro de las propensiones. Consuelo Tomás.

 
     
 

La promesa de las expectativas sin fin llevó a una joven a matricularse en un instituto de capacitación laboral alternativo, en el área de turismo. Ella, joven, negra, gorda, pobre, con pocas herramientas educativas, logra aprobar el curso además de contar con el gran aval del manejo del inglés.

Se presentó a una convocatoria de una famosa cadena de hoteles que solicitaba una persona para la recepción, al parecer tenía todo para conseguirlo, hasta que el jefe de recursos humanos la vio y dijo "mamita ¿cree realmente que alguien como usted puede ocupar el cargo? Busque otra cosa." Al oír esto no se sabe exactamente por qué no podía ocuparlo. Era por ser joven, por negra, por gorda, por pobre, o por la suma de estas características.

Este relato posee la virtud de ponerle rostros y gestos a la discriminación e inequidad. Pasan años y años y las mujeres siguen siendo lastimadas en su propia esencia. La definición de mujer continúa resumiéndose a belleza y maternidad, la primera cualidad continúa ligada al fenotipo occidental blanco; la gordura dejó de ser característica de dinero y prestancia para convertirse en reflejo de la pobreza de grandes sectores; y ser joven hoy es habitar el mundo desde la inestabilidad y vulnerabilidad.

Todo esto provoca heridas, desalientos, rabia, impotencia. Las mujeres están cansadas, los matices alegres de la vida no mitigan los matices tristes que las impactan cotidianamente y las sempiternas preguntas de por qué a mi, muchas veces las llevan al aislamiento. Y sólo cabe el dolor de la violencia experimentada.

La propuesta es no olvidar las condiciones estructurales, ni los condicionamientos sociales, económicos, históricos que están detrás de ello. Porque el dolor en el corazón, la opresión en el pecho no se llega a comprender mediante el ensimismamiento. Como bien dice la socióloga española María Jesús Izquierdo, se trata de "…situar la naturaleza de los cambios que se están desencadenando en nuestras vidas, /abuso sexual, racismo, violencia doméstica, trata de personas, feminización de la pobreza, explotación sexual, etc./ no como hechos individuales o puramente sicológicos, sino como hechos que vividos por individualidades son diversos en sus manifestaciones, pero tienen una raíz histórica común".

No se puede obviar que en la última década se han agudizado fuertemente las diferencias sociales, y que esto afecta de manera particular la vida de las mujeres. No se trata de problemas personales, es el mayor engaño en el que se puede caer. Desde este enfoque los resultados seguirán siendo limitados y la frustración mayor.

El relato posee también la virtud de hacernos pensar sobre información calificada, razonamientos y políticas públicas en materia de igualdad de oportunidades en nuestros países. Afortunadamente hay normativas internacionales, nacionales y prácticas locales que favorecen nuevas propuestas educativas, prácticas culturales y un intento sostenido por favorecer una sociedad más igualitaria en que las mujeres ocupen el lugar que les corresponde.

El verdadero cambio se va produciendo cuando se reconoce el poco control que individualmente como mujer se puede ejercer sobre el curso de la vida, de la propia vida. Se produce debido a la relación que establecemos con los demás, y en un constante ejercicio reflexivo entre mujeres, entre mujeres y hombres. No se vale desviarse del camino, aun hay mucho por andar.

 
     
 

Alina Iracema Torrero Barrera
Antropóloga social
(Panamá)

 
     
 
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